miércoles, 15 de diciembre de 2010

XXI

Viaje en XXI fragmentos (1-5)
1.-Creo que era de noche, que importaba la hora, simplemente no se puede estar sentado toda la vida; eso fue lo que me repetía para mis adentros , pero en realidad no sabía si era de noche o de día, para esto tenía que salir y encontrarme cara a cara con el cielo negro, o con el imponente sol.
2.-Deje todo lo que traía, al final poco importaba, salí a caminar, todo el orden que existía en mi habitación anterior lo había cambiado por el desorden del exterior, allí, afuera ya no había la quietud de mi sala con mi silla, había un mundo fuera que necesitaba ser visto, un gran desierto, salpicado por una planta o dos.
3.-Que importaba lo que costara salir de allí, necesitaba hacerlo a toda costa, aún no sabía por qué, y puede que nunca lo sepa, incluso no sabía por que estaba en mi silla antes de salir, no sabía si era día o noche. Así había empezado un largo viaje en busca de algo lejano e intangible.
4.-A la mitad del trayecto, como un rayo, me golpea una reflexión una epifanía, no sé, la epifanía tiene un carácter divino, pero esta estaba maldita, su mensaje envenenado y lleno de inmundicia hizo que me erizara como un animal rabioso, no me importó lo que decía el mensaje puesto en mi cabeza por uno de tantos demonios, solo quería regresar, volver al inicio, pero sin darme cuenta y mirando hacía donde comencé seguía avanzando aunque viendo a lo lejos como una luz diminuta el pasado y el desierto.
5.-Que decisión habré de tomar? Y levante la cabeza para preguntarle a Dios, pero no contestaba, me hinqué en la encrucijada y volví a preguntar, ahora cruelmente me mando una visión tormentosa donde dos perros salvajes uno rojo y uno azul se devoraban y luchaban encarnecidamente hasta que el azul devoro al rojo y partió por el camino de la desolación, el camino oscuro del gran desierto, ese sería el que debo de tomar.

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